Inicia con energías este penúltimo día en la ciudad y dirígete al Royal Botanical Gardens, uno de los jardines botánicos más grandes de Canadá. Ubicado a las afueras de Hamilton, este oasis natural se extiende por 1.100 hectáreas, ofreciendo una experiencia única de naturaleza y belleza.

Fundado en 1941, con el objetivo de proteger la flora local y concienciar a la comunidad sobre la relevancia de la biodiversidad. Con el paso del tiempo, este lugar se ha transformado en un centro de conservación de renombre mundial, donde convergen la ciencia, el arte y la naturaleza.

El jardín cuenta con más de 300.000 plantas, organizadas en varios jardines temáticos y áreas naturales. Destacan los Jardines de Hendrie, el Arboretum y las extensas colecciones de lirios y rosas, entre otras maravillas botánicas. Además, el Royal Botanical Gardens es hogar de una amplia variedad de aves, lo que lo convierte en un paraíso para los amantes del avistamiento de fauna.

El jardín tiene un atractivo especial para los amantes de la botánica, pero también para aquellos que buscan un momento de paz y conexión con la naturaleza. Los senderos entre jardines y áreas naturales invitan a una caminata relajante, en la que cada rincón ofrece una nueva sorpresa visual.

Por último, como parte de tu visita, no olvides recorrer las exposiciones temporales que el Royal Botanical Gardens organiza periódicamente. Estas exhibiciones resaltan la relación entre la naturaleza y el arte, conectando aún más al visitante con el entorno.

Así que, mientras paseas por el jardín y disfrutas de su diversidad, recuerda que este lugar es un tributo a la conservación y el amor por la naturaleza que ha caracterizado a la región de Hamilton desde hace décadas. Para los amantes de la flora, la fauna y el arte natural, esta visita es un regalo para los sentidos.

Al unirte a este tour por Hamilton, tendrás acceso a un secreto asombroso escondido en el Royal Botanical Gardens, relacionado con el mundo floral. ¿Te imaginas cuál es este tesoro natural? ¡No querrás dejarlo pasar!

Ahora te recomiendo continuar la experiencia visitando uno de los rincones más emblemáticos y cautivadores: el Rock Garden. Este jardín es una joya paisajística que se encuentra a solo unos minutos de distancia dentro de los propios Royal Botanical Gardens.

El Rock Garden es un espacio renovado que combina perfectamente la tradición con el diseño contemporáneo, brindando a los visitantes una experiencia única entre la naturaleza y la creatividad humana. Originalmente inaugurado en 1932, este jardín ha sido reimaginado para preservar su historia mientras ofrece un enfoque moderno y sostenible en el paisajismo.

Lo que hace tan especial a este jardín es cómo se ha aprovechado el terreno natural de una cantera abandonada, transformando sus niveles y pendientes en una obra maestra de horticultura.

Caminando por sus senderos, te encontrarás rodeado de una impresionante variedad de plantas alpinas, coníferas enanas, flores perennes y arbustos ornamentales que florecen en cada estación del año.

Desde las cascadas de flores hasta las vistas panorámicas en la cima, cada paso te sorprenderá con una nueva visión de belleza natural. Los estanques y arroyos que fluyen suavemente entre las rocas añaden una atmósfera de paz y serenidad que convierte este espacio en el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de un momento de tranquilidad.

El Rock Garden es una verdadera obra de arte natural que combina diseño paisajístico con una impresionante biodiversidad. Ideal para amantes de la jardinería, fotógrafos o aquellos que buscan un refugio de paz, esta parada te ofrece una conexión profunda con la naturaleza en un entorno único.

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Luego de pasear por la tranquilidad y belleza de estos jardines, te invito a saber un poco más de la historia local con una visita al imponente Dundurn Castle.

A solo unos minutos de distancia, este majestuoso castillo te transportará a otra época, revelando los secretos de la vida aristocrática del siglo XIX en Canadá.

Construido entre 1832 y 1835, fue el hogar de Sir Allan Napier MacNab, una de las figuras más influyentes de la historia canadiense y ex primer ministro de la Provincia de Canadá. La mansión, que se alza con una mezcla de estilos arquitectónicos neoclásicos y georgianos, cuenta con 40 habitaciones completamente restauradas que reflejan la opulencia y el lujo de la alta sociedad victoriana.

A medida que recorras los pasillos y salones de esta fascinante residencia, podrás imaginar cómo era la vida en el siglo XIX. La visita guiada te llevará por las habitaciones de los sirvientes, las cocinas y los lujosos comedores, donde se celebraban banquetes. Cada rincón del castillo ha sido cuidadosamente restaurado con mobiliario de época, ofreciendo una visión auténtica de la vida cotidiana de la época.

Uno de los aspectos más destacados del Dundurn Castle es su ubicación en una colina que ofrece vistas impresionantes de la Bahía de Burlington. Desde los jardines que rodean la mansión, podrás disfrutar de la vista panorámica del puerto y del horizonte de Hamilton, lo que convierte a esta parada en un lugar perfecto.

Además de recorrer el castillo, también tendrás la oportunidad de visitar la Kitchener House, una casa histórica situada en los terrenos de Dundurn, que ofrece una visión fascinante sobre la vida de los soldados canadienses durante la Guerra de 1812.

El Dundurn Castle es un museo con una puerta abierta al pasado. Tanto si eres un amante de la historia como si simplemente deseas disfrutar de una experiencia cultural única, esta visita te llevará a un viaje inolvidable por la historia canadiense.

Para esta última noche en la ciudad, puedo recomendarte cenar en La Luna Downtown Restaurante, uno de los lugares más acogedores de Hamilton. Situado en pleno centro de la ciudad, ofrece una experiencia culinaria auténtica, fusionando lo mejor de la cocina mediterránea y libanesa con un toque contemporáneo.

La Luna Downtown Restaurante es un lugar que te llevará en un viaje a través de sabores exóticos y únicos. Con una decoración moderna y elegante, el ambiente es cálido y acogedor, perfecto para relajarte después de un día lleno de actividades.

La carta del restaurante es una celebración de la cocina mediterránea, destacando platos sabrosos elaborados con ingredientes frescos y de calidad.

Entre las delicias que podrás degustar se encuentran el hummus cremoso, el tradicional tabbouleh de perejil fresco, tomate y bulgur, o el crujiente falafel.

Si prefieres algo más contundente, te recomiendo probar el shawarma de cordero, el kebab mixto o el moussaka libanesa, cada plato cuidadosamente elaborado para resaltar los sabores auténticos de la región.

Uno de los puntos fuertes de La Luna Downtown es su menú variado, que también incluye opciones veganas y vegetarianas, así como platos sin gluten, lo que asegura que todos los comensales encuentren algo delicioso para disfrutar. Además, el restaurante cuenta con una excelente carta de vinos locales y cócteles artesanales que complementarán perfectamente tu cena.

Para finalizar tu experiencia gastronómica, no puedes perderte los postres clásicos de la cocina libanesa, como el baklava con capas de hojaldre, nueces y miel, o el refrescante knafeh, un pastel de queso dulce cubierto con una crujiente capa de cabello de ángel.

Si deseas más información sobre este encantador restaurante, puedes visitar su página web oficial: La Luna Downtown 

El Restaurante es el lugar perfecto para cerrar un día de turismo en Hamilton, donde la hospitalidad y la excelencia culinaria se combinan para ofrecer una velada inolvidable. ¡Si puedes, reserva con antelación, ya que este restaurante es uno de los favoritos tanto de locales como de turistas!